Seguro que en algún momento te has visto atraído por la idea de fotografiar un concierto, representación teatral o performance, pero no tenías muy claro cómo abordarlo.

Puede incluso que alguna vez llevaras tu cámara a un concierto, intentado captar lo que se cocía en el escenario, en medio de la vorágine del público enfervorecido, recibiendo codazos, con un ángulo no muy favorecedor y como es normal, los resultados distan mucho de lo deseado.

Como fotógrafo profesional de conciertos en Mallorca, frecuentemente realizo este tipo de reportajes y me gustaría darte un par de consejos para que la próxima vez que te plantes con tu cámara ante un escenario puedas llevarte a casa algo, cuanto menos decente.

La fotografía de conciertos es vistosa, colorista, en algún caso espectacular, pero sobre todo es en sí un desafío constante que pone a prueba tus conocimientos y creatividad. El trabajo de un fotógrafo de conciertos consiste en plasmar en imágenes la historia de una actuación, ser capaz de conseguir momentos únicos y ofrecer al espectador las sensaciones vividas durante el concierto.

A diferencia de otras disciplinas fotográficas, la fotografía de conciertos es una de las pocas en la que casi todas las variables que intervienen se escapan a tu control. Por lo general, no controlas a los sujetos a fotografiar, no controlas la iluminación, no controlas los tiempos y en algunas ocasiones no controlas ni la ubicación ni el espacio en el que te desenvuelves.

El foso, donde el sudor salpica

El primer problema serio con el que te enfrentas al fotografiar un concierto, es el lugar elegido para trabajar. Ya te adelanto que desde el público difícilmente vas a poder hacer un trabajo digno. Y no es cuestión de estar en primera fila o subido a lomos de tu mejor amigo. Necesitas tener movilidad, variar el ángulo y la altura para jugar con la iluminación, y eso solo lo puedes hacer si tienes acceso al foso o espacio habilitado a fotógrafos profesionales y medios gráficos.

Vigila al resto de compañeros y espectadores, muévete, no monopolices un punto en concreto del foso, para posibilitar que otros fotógrafos puedan disparar desde ese mismo punto. Procura no tapar mucho tiempo la visión de los espectadores de las primeras filas, recuerda que puede que lleven horas esperando de pie, sufriendo empujones y codazos para ver a su grupo preferido y no reciben de buena gana que un fotógrafo, por mucho que esté trabajando, se plante en medio y les tape su privilegiada visión que tanto les ha costado conseguir.

Tres y fuera

La mayoría de los grandes grupos y espectáculos tienen un factor limitante esencial, el tiempo, que se traduce en que sólo se pueden sacar fotos durante las tres primeras canciones, infórmate bien de ello antes de empezar. Esto te obliga a realizar un análisis pormenorizado exprés de todo lo que necesitas hacer en esos aproximados 10 minutos de que dispones para captar esa magnífica instantánea. En cuanto se encienden los focos debes analizar el tipo de luz, la ubicación de los artistas y sus desplazamientos, así como anticiparte a posibles situaciones fuera de lo esperado sobre el escenario. Algunos artistas que cuidan el marketing, saben que durante los 3 primeros temas es donde deben ser más expresivos y hacer algún guiño a los fotógrafos, para que esas impactantes fotos que todos vemos el día después de un concierto, se viralicen y les den presencia en los medios.

El escenario es para los músicos

En algunos conciertos son más permisivos con el  acceso de los fotógrafos al escenario, e incluso si te contrata el promotor puede que tengas acceso ilimitado. Procura no situarte en un lugar visible del mismo y bajo ningún concepto te coloques entre el público y el espectáculo. Recuerda que no eres parte del show y que si se te ve puedes estar molestando a los artistas, a otros fotógrafos o al mismo público que ha pagado religiosamente su entrada.

El negro es el color del fotógrafo. Y no porque pertenezca a una secta satánica o sea seguidor de Loquillo, sino porque es la ausencia de color y pasa desapercibido. Recuerda que el fotógrafo en un concierto no forma parte del espectáculo y que cuanto más desapercibido pases mejor.

En la siguiente entrada trataré el equipo necesario para abordar con ciertas garantías la fotografía de conciertos.